Increíble. Sencillamente increíble. Cuando te pones las gafas y empiezas a jugar al Unplugged VR, sientes que estás probando algo totalmente nuevo. Como cuando probaste Astrobot o cuando abriste VR Worlds por primera vez en la PSVR.
Y es que este se trata del primer juego en condiciones que hace uso del hand tracking de las Quest 2 y no solo sale vivo, sino victorioso del intento.

¿No quieres leer? Reseña en YouTube
Unplugged VR: un juego con raíces españolas
Vertigo Games firma este gran juego desarrollado por un estudio español de Realidad Virtual dirigido por Julia Casal y Ricardo Acosta (Anotherway), que empezó a desarrollar Unplugged en plena cuarentena:
“No se trata de aprender a tocar la guitarra, se trata de sentirse como una estrella del rock, se trata de la inmersión. Queremos que te sientas como si estuvieras allí, eres una estrella del rock frente a una gran multitud y estás interactuando con ellos”
Ricardo Acosta
Y vaya que si lo han conseguido. En este juego nos metemos en la piel de una estrella de rock novata (sí, daremos un poco de pena al principio) y contaremos con Satchel (el gran descubrimiento del juego) como nuestro profesor/mentor para llevarnos al estrellato. ¿No sabéis quién es Satchel?

Satchel es, sin duda, uno de los elementos que consigue que el juego sea dinámico, fresco y que te sientas como dentro de una película.
Otra cosa que ayuda son los entornos, ya que en alguno de ellos llegamos a ver hasta un póster con nuestra foto (del perfil de Oculus) y nuestro nombre en grande en la pared… ¡la magia está en los detalles!

Pero otra de las cosas más logradas de este juego es la progresión: iremos ganando fans, desbloqueando canciones en función de logros (como los discos de oro o de platino) e incluso podremos comprar nuevas guitarras para nuestros conciertos.
Os dejo el tráiler oficial para que echéis un vistazo:
Un tracklist a la altura del juego
Incluso aunque no hayas escuchado mucho rock a lo largo de tu vida, es imposible que no conozcas alguna de las canciones que forman parte de Unplugged, como Should I stay or should I go.
Y, si no es tu caso, puedes estar seguro de que terminarás de jugar y te verás tarareando más de un temazo mientras te preparas la cena.
Aquí tienes todas las canciones disponibles. Aunque, como decimos, dependerá mucho de tu habilidad para desbloquearlas según tus logros:

Cada una de estas canciones está disponible en tres dificultades: fácil, medio y difícil. Y sí, si has leído ya algún tweet o reseña… no se equivocan. Te sorprenderás comprobando si te has equivocado al elegir la dificultad porque te parecerá increíble que sea complicado incluso en el modo más sencillo.
Para algunos, esta dificultad (en ocasiones) desmedida, es uno de los puntos débiles del juego. Incluso creo que hay más de una persona por ahí acusando al hand tracking de su falta de maña… 😂 Para mí es un punto fuerte: te exigirá que practiques y no te lo pondrá tan fácil como muchos juegos de ahora. ¡Queremos que nos reten! 🤘
Cómo jugar a Unplugged VR
Pero vamos a lo que importa: ¿cómo conseguimos puntos en Unplugged VR? Gracias al sorprendente funcionamiento del seguimiento de manos, tendremos que hacer dos cosas:
- Con nuestra mano secundaria (podemos configurar el juego como diestros o zurdos), tendremos que movernos por el mástil de la guitarra en función de dónde lleguen las notas: tendremos cuatro posiciones posibles. Además, tendremos que apoyar en él los dedos que nos indiquen los colores activos.
- Con nuestra mano principal o dominante, tendremos que rasgar la guitarra al ritmo de las notas que lleguen. Punto interesante: podemos ajustar la latencia del audio para tener una mejor experiencia del juego.
Y, en algunas ocasiones, aparecerán cajas sorpresa flotando en el aire. Si las tocamos con la parte superior de nuestra guitarra (sí, mientras seguimos tocando como si nada… ahí está lo complicado), nos darán multiplicadores especiales y otras ventajas dentro de la canción.

Gameplay. disco de platino
Y ahora os dejo con un gameplay de esta misma mañana, jugando en el modo intermedio a «I think I’m paranoid»:
Consigo el disco de platino pero os puedo asegurar que mi primera partida en el juego no fue así, fue verdadero desastre.
De hecho, me costó entender que se puede modificar la altura y posición de la guitarra cogiendo el selector de pastillas de la guitarra eléctrica (sí, puede que haya buscado cómo se llama esto en Google 😂).
Y otra de las cosas que me costó pillar a la primera fue…
Los tipos de notas en Unplugged
Aunque el juego cuenta con un tutorial muy bueno, al principio dudas de si lo estás haciendo bien.
Pero, con el tiempo y con las intervenciones de Satchel cada vez que te encuentras con una nueva nota, vas pillando el tranquillo y sintiéndote más cómodo con tu guitarra eléctrica.
El caso es que cuentas con diferentes tipos de notas:
- Las que están pintadas dentro de una especie de caja. En este caso, tendremos que rasgar la guitarra a su ritmo, justo cuando choquen con el mástil.
- Las que están pintadas sobre una línea recta (pull off), por las que solo tenemos que pasar por encima sin necesidad de rasgar la guitarra.
A veces, estas notas aparecerán con los colores alargados (vibratos). En este caso, tendremos que mover nuestros dedos a derecha e izquierda rápidamente, como si estuviéramos arrastrando el sonido de la nota, haciendo vibrar la guitarra.
Y, finalmente, tendremos las virtuosas: en las que tendremos que levantar y bajar todos nuestros dedos como si no hubiera mañana:

Lo más complicado será cambiar de un tipo a otra de nota mientras nos fijamos al mismo tiempo de los dedos que tenemos que utilizar… todo un reto para nuestros reflejos.
El veredicto final
Este fin de semana no lo voy a olvidar nunca gracias a este juego: ha sabido exprimir al máximo un dispositivo que todavía no es perfecto, las Oculus Quest 2.
Porque, aunque los frikis de la VR estemos dándolo todo con juegos como este, no podemos olvidarnos de que pertenecemos a un nicho; que la realidad virtual todavía no es cosa de masas; y que la tecnología actual, dentro de 5 años, nos va a parecer una broma.
Pues, pese a todo esto, llega Unplugged VR y hace magia, como cuando éramos pequeños y decubríamos algo por primera vez. Nos parecía increíble hasta que lo asimilábamos como normal. Por todo esto, mi valoración es…
9/10 (sobresaliente)
Quizá después de echarle más horas pueda encontrar puntos de mejora pero, a día de hoy, diría que solo falta la posibilidad de subir canciones propias (como sí que podemos con Oh Shape, por ejemplo) y un modo multijugador (compitiendo o tocando distintas melodías). ¿Os imagináis cómo de flipante sería eso?
Cerramos con un detalle más….
Unplugged VR ha llegado a un acuerdo con distintas marcas para dotar de un mayor realismo a la experiencia:

Un síntoma más de que los creadores de este juego han creído en lo que hacían y lo han dado todo para conseguir un lanzamiento prácticamente perfecto.