[REVIEW] Oculus Quest 2: análisis y todo lo que hago con ellas después de un año de uso

Parece que fue ayer cuando encendí por primera vez mis Oculus Quest 2. Un año después, forman ya parte de mi día a día y han sufrido decenas de actualizaciones que han estirado al máximo las prestaciones del dispositivo. Hoy toca analizarlas con más perspectiva que cuando las compré y os voy a contar también todo para lo que las uso: desde jugar, hasta entrenar o ver películas y series.

Un standalone con PC como update opcional

Empezamos por lo básico: ¿cómo es este dispositivo de Realidad Virtual? Su principal diferenciación respecto a lo que había en el mercado hace un año sigue siendo la misma que ahora: estamos ante unas gafas standalone, es decir, sin cables.

Sin embargo, a cambio, Facebook ha tenido que sacrificar otras cosas por el camino: el rendimiento del dispositivo, que da un paso atrás respecto a otras soluciones del mercado conectadas a un ordenador.

Un sacrificio que, desde mi punto de vista, compensa con creces la libertad que sientes al no tener que estar enganchado a otro dispositivo ni gastarte más dinero en un PC de gaming o en una PlayStation. Precisamente esta última era mi solución VR antes de las Quest. Desde que toqué las Quest, mi PSVR ha estado acumulando polvo y no la he encendido ni un solo día.

Para compensar esta reducción de rendimiento, podemos usar el USB tipo C que incluye el visor, conectarlas a un ordenador de gaming y disfrutar de las experiencias más completas y demandantes a nivel gráfico.

Y no solo eso, ya que desde hace unos meses podemos también hacerlo de forma inalámbrica si contamos con un buen router con Wifi 6 en nuestras casas gracias al air link de las Oculus, con el que podremos jugar en streaming desde nuestras gafas aprovechando la potencia de nuestro PC.

El USB-C también sirve para intercambiar archivos con PC. Y, aunque tenemos unos pequeños altavoces en los laterales de las gafas (comodidad máxima, calidad aceptable), se pueden conectar unos cascos mediante clavija o mediante bluetooth

La forma de trackear los mandos es a través de sus cuatro cámaras externas que también nos permiten activar el passthrough de forma rápida con dos toques en el lado derecho de nuestra cabeza: así es como podremos ver nuestro entorno sin quitarnos el visor, aunque de momento en blanco y negro y baja resolución.

Resolución suficiente, FOV justita

Las especificaciones del dispositivo se sitúan en la media del mercado. Las Oculus Quest 2 tienen una resolución de 1832 x 1920 por ojo y empezaron contando con una tasa de refresco de 90Hz (capada a 72Hz en su salida) que ha ascendido mediante software a los 120Hz para las apps compatibles.

Mapa de resoluciones por dispositivo de VR

El FOV (Field of View o campo de visión horizontal) se sitúa en unos 90º, algo más bajo que en otros dispositivos y una característica que va a mejorar sí o sí para la próxima generación.

De hecho, si tuviera que elegir, preferiría que aumentaran el FOV horizontal a la resolución de las gafas. O, ya puestos, la calidad de las lentes, ya que en alguna ocasión (sobre todo al principio, antes de acostumbrarnos) observamos alguna aberración cromática e intuimos alguna de las aureolas de las lentes fresnel. Pero es algo que pasa desapercibido a la semana de uso.

Para poder mejorar la resolución percibida por el usuario, las Oculus Quest 2 cuentan con tres opciones de IPD (distancia interpupilar) y con un separador especial en caso de tener que jugar con gafas de ver. Aunque ya existen en el mercado adaptadores de lentes graduadas que se ajustan a la perfección en el visor que incluyen incluso filtros antibrillo.

Peso y comodidad

El peso es más que aceptable para un dispositivo standalone: 503 gramos. Y la verdad es que incluso haciendo sesiones relativamente largas de Realidad Virtual no he sentido que me hayan molestado demasiado.

Poco ayuda, eso sí, la sujección que traen de fábrica las Quest 2: una correa de tela y velcro sin contrapeso que, si bien es súper cómoda para disfrutar de experiencias tumbados en la cama o en el sofá, no acaba de convencer para hacer deporte o jugar más de una hora seguida. Termina doliéndonos un poco la cabeza debido a la presión de los agarres de plástico que sirven para ajustar la correa.

Pero nada que no pueda solucionar alguna correa de Amazon (abstenerse de coger las alternativas oficiales porque se rompen con facilidad).

De hecho, tengo que confesar que a día de hoy e incluso usándolas de forma diaria, sigo utilizando la correa de fábrica por comodidad y facilidad de transporte y ajuste. Este último mes es cuando me he planteado comprarme un nuevo strap porque las estoy usando más para boxear en VR con FITXR o para juegos con bastante movimiento y duración.

Almacenamiento: desde 128Gb y 349€

Las Oculus Quest 2 salieron al mercado con dos opciones de almacenamiento: 64Gb y 256Gb. Sin embargo, este verano han decidido aumentar la versión de 64Gb a los 128Gb y mantener su precio original: 349€. Nunca habríamos imaginado un precio tan asequible para una tecnología tan futurista ¿verdad?

Para hacer este cambio han aprovechado una sustitución de stock veraniega más que necesaria por los problemas de irritación que causaron los protectores faciales originales, incluyendo ahora una cubierta de silicona gratuita mucho más cómoda y saludable para la piel.

Después de un año, os puedo decir que lo mejor es que os gastéis 100€ más (si os lo podéis permitir) y cojáis la versión de 256Gb, ya que cada día los videojuegos ocupan más y seguro que queréis meter también contenido audiovisual para disfrutar en un cine virtual con aplicaciones como Big Screen. Aunque siempre duele pagar tanto dinero por un almacenamiento que no vale lo que cuesta.

Controladores: mandos y manos

Los controladores de las Oculus Quest 2 cumplen lo que prometen: son ergonómicos, tienen feedback háptico (vibración) y cuentan cada uno con dos triggers, joystick y dos botones principales y uno secundario (para centrar visión / acceder menú). Es más, hasta hemos descubierto recientemente que se pueden poner al revés y… ¡utilizar el mango como lapiz!

Gracias a ellos podremos pintar nuestro guardían: el espacio en el que nos podremos mover mientras jugamos (mínimo recomendado: 2×2 metros).

El círculo que los rodea sirve para que puedan ser trackeados por las cámaras del visor y son estas mismas las que permiten otro tipo de controladores… ¡nuestras manos! Sí, las Quest 2 vienen con hand tracking, una funcionalidad que ha ido mejorando con las actualizaciones y que hace que nos sintamos como en Minority Report.

Los primeros pasos de las Quest hacia la Realidad Aumentada

De hecho, incluso va a salir a la venta un videojuego de Air Guitar en el que podremos tocar la guitarra en el aire mientras las gafas trackean la posición de nuestros dedos en tiempo real.

Ni que decir tiene que la diferencia con los controladores de la PSVR es más que significativa. Pero ojo porque la próxima generación de VR de PlayStation ya ha revelado sus mandos y Oculus puede aprender bastante de ellos… copiando sus triggers adaptativos al más puro estilo DualSense de la PS5.

Los próximos mandos de… ¿NGVR? ¿PSVR2?

Software: usabilidad y actualizaciones constantes

En cuanto al Software de las gafas de Facebook, lo más sorprendente es las continuas actualizaciones que ha sufrido, mes tras mes, en su año de vida.

Gracias a esto, hemos podido ir disfrutando de varias funciones experimentales como conectar dispositivos vía bluetooth, pintar un sofá o un escritorio virtuales para poder verlos en la realidad alternativa, simular que estamos de pie estando sentados (buena función de accesibilidad) o, recientemente, la sincronización en la nube con nuestros teléfonos de fotos y vídeos (capturas de pantalla), entre otras cosas.

Una serie de funcionalidades muy interesantes que se pueden configurar desde el menú dentro en cualquier App o desde nuestra casa virtual. Y es que, a diferencia de la PSVR, aquí disponemos de varios escenarios que hacen las veces de home y que van desde un salón japonés hasta una nave espacial, pasando por una habitación en una casa futurista de estética cyberpunk. Una delicia, aunque nos gustaría poder personalizarla a nuestro antojo o movernos por el espacio, como ya se puede en otros dispositivos con cable.

Palmeras y sol en realidad virtual

Otra característica interesante es Oculus Move, una aplicación con la que nos podremos ponernos objetivos diarios (y pronto también semanales) de tiempo de movimiento y de calorías quemadas. Algo muy en la línea con otros planes de Facebook que apuntan a que están trabajando en el lanzamiento de su propio Smartwatch. Mientras tanto, se rumorea una futura compatibilidad con el Apple Watch.

Y es que los acuerdos con Apple ya están sobre la mesa: ahora podemos recibir notificaciones de nuestro teléfono móvil en realidad virtual (llamadas y mensajes; o todas las Apps), pero solo si contamos con un móvil de la compañía de la manzana mordida. En mi caso, ha resultado muy útil para no perder llamadas importantes mientras estoy luchando contra zombis 😀

Finalmente, conviene nombrar todas las funcionalidades relacionadas con la experiencia social de las Oculus Quest 2: tenemos a nuestro alcance un chat tanto con audio como por escrito en la home y dentro de las apps; opciones para regalar experiencias a nuestros amigos o la posibilidad de abrir Facebook Messenger y ver o contestar mensajes sin quitarnos el visor.

Esta última funcionalidad, eso sí, viene con otra de la que mucha gente se quejó en el lanzamiento: es obligatorio hacer login con Facebook si queremos utilizar estas gafas de VR. Aunque la compañía apuesta porque, de momento, sigamos teniendo separadas las listas de amigos de Oculus y la de Facebook.

Todas estas funciones encajan a la perfección con la opción multijugador con la que cuentan muchas de las Apps de este visor y están relacionadas con el objetivo a futuro de Facebook: la construcción de un metaverso en el que todo sea una gran red social en la que convivamos con conocidos y desconocidos mientras disfrutamos de juegos y experiencias tanto solos como en compañía.

Una especie de ciudad simulada que abriría un nuevo mercado de negocio sin estar limitados ni por el espacio y por los recursos naturales. Y, por supuesto, con la promesa de más movimiento de dinero… ¿Quizá con criptomonedas?

Gaming: para (casi) todos los públicos

Pasamos al plato fuerte de las Quest. Lo que todos queremos hacer cuando las encendemos: jugar a videojuegos en realidad virtual.

En este apartado, nos encontramos con una tienda que cuenta con más juegos de los que nos esperamos en un mercado que todavía no está tan maduro e incluso con una tienda experimental (App Lab) para betas o juegos que no pasan el filtro de calidad de Oculus.

Para los más exigentes, eso sí, una advertencia: la mayor parte de estas experiencias rondan las 2-3 horas de duración.

La gran excepción diría que es The Walking Dead: Saint & Sinners, que supera las 10 horas; y otros juegos que permiten repeticiones infinitas por tratarse de juegos de música o de deporte. Hablamos por ejemplo del gran Beat Saber, de FitXR (suscripción mensual de boxeo, baile y ejercicio de alta intensidad) o de Walkabout Mini Golf VR, entre otros.

Pero no os preocupéis porque os váis a encontrar con juegos muy buenos y de casi todos los géneros posibles: de aventura (Ven Adventure, Trover Saves the Universe o Moss), shooters (con varios juegos de Star Wars o Sniper Elite), roguelike (Until You Fall o In Death: Unchained), deportes (Eleven Table Tennis, RaquetNX, ForeVR Bowl, The Climb), de ritmo (Beat Saber, Synth Riders, Pistol Whip) y muchos otros, como PokerStars, Dash Dash World (juego de coches tipo Mario Kart), Population One (prácticamente un Fornite en VR) o experiencias más tranquilas como el famoso Tetris o Puzzling Places, una App de puzzles que ha salido esta misma semana.

Me tiraría un día entero recomendándoos juegos pero es que creo que existe la falsa creencia de que la realidad virtual no tiene suficiente materia prima y, después de un año jugando casi todos los días de la semana, creo que es totalmente falso. Además, si contáis con un ordenador de gaming podréis experimentar otros juegazos como el Half Life Alyx, premio al mejor videojuego en VR del año pasado.

Entretenimiento y otros usos

Pero no todo son juegos. Como hemos visto en otro post, uno de los mejores usos de la realidad virtual es el del entretenimiento. Aquí podéis encontrar una lista con las mejores apps para ver películas y series tanto en 2D/3D como en realidad virtual.

Además, en las Oculus Quest 2 contamos con un navegador nativo (hasta 3 pantallas virtuales) y otras aplicaciones como Immersed para teletrabajar en VR. De hecho, Facebook ha sacado recientemente su propia App para reuniones virtuales, Horizon Workrooms.

¿Más usos? Me parece muy curiosa la existencia de aplicaciones de Meditación como Maloka (Beta en el App Lab) o Tripp, si queremos descansar y entrar en modo Zen después de una tensa partida.

El veredicto

Pues llegamos al final, ¡gracias por leerme si has llegado aquí!

Y si has hecho scroll, también 🙂

9/10 (sobresaliente)

Para mí, las Oculus Quest 2 son la mejor opción de Realidad Virtual para el mercado generalista, que busca una opción barata o asequible, sin cables y con una resolución más que aceptable.

Además, si demandas más calidad, siempre puedes sacar partido a tu ordenador conectando las gafas a través de Air Link; que seguro que si es tu caso cuentas ya con uno lo suficientemente potente para disfrutar de las experiencias más completas.

¿Qué más le pedimos a estas gafas? Que tengan mayor FOV o campo de visión, más batería (ahora ronda las 2 horas) y potencia suficiente para correr juegos tipo el Half Life Alyx de forma nativa. ¡Poco más!

Os dejamos con un post sobre los últimos rumores de la próxima generación de Quest, que si todo va bien podrían llegar a finales del 2022.

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