El mundo de la Realidad Aumentada parte de una paradoja curiosa: se trata de una tecnología con millones de dispositivos compatibles gracias a nuestros teléfonos móviles. Sin embargo, sigue siendo muy poco utilizada. Analizamos sus orígenes, su potencial y su actualidad, tanto en el uso empresarial como en el particular.

¿Qué es la Realidad Aumentada?
Empezaremos por lo más básico: su definición. La Realidad Aumentada es un término que pertenece a otro más amplio: la Realidad Extendida.
La Realidad Extendida (XR) es un concepto paraguas que cubre la Realidad Virtual (VR), la Realidad Aumentada (AR) y la Realidad Mixta (MR). Toda tecnología XR parte de la interacción humano-dispositivo y la modifica: 1) introduciendo al usuario dentro de un entorno virtual (VR); 2) añadiendo o superponiendo elementos virtuales al entorno real del usuario (AR); o 3) haciendo una mezcla de ambas cosas (MR).

Es decir: la AR consiste en la superposición de elementos digitales sobre la realidad que observamos con nuestros ojos. Con esta definición, empezamos a ver que la Realidad Aumentada es mucho más que el visor que encabeza este post.
Por ejemplo, también es una experiencia AR el famoso juego de “Pokémon Go”. Solo que, en este caso, en lugar de unas gafas es un teléfono móvil lo que permite añadir elementos interactivos entre nosotros y nuestro entorno.

Por norma general, cuando hablamos de dispositivos de AR podemos abarcar desde móviles y tablets (HHD – Handheld Displays) hasta visores en forma de casco o de gafas más discretas (HMD – Head Mounted Displays).
A partir de aquí, nos centraremos en lo que se perfila como el futuro de la AR con mayores expectativas: los HMD o visores, tanto para empresas como para consumidores finales.
AR/MR para empresas: Microsoft Hololens
Parece mentira pero, allá entre 1960 y 1980, las primeras aplicaciones de la Realidad Aumentada fueron dirigidas a las operaciones militares.
Décadas después, ha saltado ahora la polémica por un contrato de Microsoft con el ejército de los Estados Unidos para abastercerles con sus gafas de Realidad Aumentada o Mixta a cambio de la friolera de 21.900 millones de dólares. Pero, ¿a quién se dirigen estas gafas y en qué consisten?
Las gafas de Realiad Mixta de Microsoft han sido las únicas que han triunfado levemente en medio de un mercado en pleno desarrollo. Lo han hecho gracias a su estrategia de mercado: dirigirse a empresas y a usos como la fabricación y construcción, la medicina, la formación empresarial o, como hemos visto, las aplicaciones militares.
Gracias a estas gafas tendremos la posibilidad de superponer hologramas sobre nuestra vista con un dispositivo 100% inalámbrico. Esto se debe a que las Hololens 2 son un ordenador autónomo con conexión Wi-Fi: podemos llevarlas donde queramos.
Así, algunas funcionalidades de este visor de AR/MR pueden ser: la formación con imágenes en 3D, la mejora de procesos de reparación superponiendo imágenes sobre aquello que tratamos de arreglar, la visualización de contenido en vídeo o de videollamadas mientras trabajamos, la superposición de información relevante sobre un paciente, la simulación de operaciones médicas , la proyección de guías en un terreno para la construcción… En definitiva, todo lo que se nos ocurra que implique una mezcla de realidad y de imágenes generadas por ordenador.

En cuanto a las especificaciones técnicas, las gafas de Microsoft cuentan con un seguimiento de cabeza con 4 cámaras de luz visible y un seguimiento de los ojos con 2 cámaras de infrarrojos. Tienen una cámara capaz de hacer imágenes fijas de 8MP y de grabar vídeo en 1080. Cuentan con micrófono y altavoces, seguimiento de manos y comandos por voz. Disponen de 64GB de memoria y pesa al rededor de medio kilo. Su batería dura entre 2 y 3 horas de uso activo.

En cuanto al precio, en su web se sitúa en 3.849€. Ahí es nada. Ahora entenderéis mejor por qué se dirigen al sector empresarial.
Sin embargo, en unas de las últimas declaraciones de Microsoft, Alex Kipman (jefe de Realidad Mixta de Microsoft) aseguró que el objetivo de la siguiente versión del dispositivo sería llegar al consumidor final. Para ello, saben que tendrán que rebajar ese precio significativamente y rebajar el peso a menos de 100 gramos, entre otras mejoras.
AR para consumidor final: las nReal
¿Y cómo de realista es llevarnos esto al mercado generalista? En este caso, parece ser que las compañías apuestan por aquello que intentó Google con sus Google Glass y con lo que fracasó estrepitosamente: fabricar un dispositivo menos futurista y más «normalizado» parecido a unas gafas de sol o de ver a un precio más asequible que Microsoft.
En este caso, las utilidades que incorporan son por ejemplo la visualización de películas y series en nuestras gafas, el seguimiento de recetas sin perder de vista los ingredientes, trabajar con varias pantallas (ya dijimos en otro post que la productividad y la Realidad Extendida se llevaban la mar de bien)…
O, básicamente, poder tener un asistente personal continuamente con nosotros capaz de mostrarnos imágenes, notificaciones y textos (como noticias) mientras caminamos por nuestra casa o por la calle.

Además, para facilitar estas actividades, las gafas de AR para consumidores empiezan a soportar también comandos por voz o gestos frente al visor.
Una de las últimas noticias en España ha sido la llegada de las gafas nReal a través de Vodafone con un precio de 648€. Eso sí, estas todavía se tienen que conectar a un dispositivo móvil para funcionar, a través de un cable que no pasa tan desapercibido… Su resolución todavía es limitada y su campo de visión es de 52 grados, pero incluye cosas muy curiosas como una “tapa” para convertirlas en algo similar a un visor de Realidad Virtual.
En definitiva: las gafas de AR para particulares no dejan de ser un mercado todavía en desarrollo. Si apostamos por comprarnos unas, tendremos que asumir lo que son: un experimento, todavía caro, que objetivamente no vale lo que cuesta a cambio de lo que promete.
Presente y futuro de la Realidad Aumentada
Después de todo lo que hemos visto, ¿cuál es el panorama de la AR/MR y cómo de realista es pensar en ello a corto plazo?
Nos encontramos en un momento en el que la Realidad Virtual está empezando a despuntar gracias a los dispositivos sin sables (standalone), a los que vemos empezar a probar, como es el caso de las Oculus Quest, las primeras funcionalidades de Realidad Aumentada para los consumidores finales.
Esto parece llevarnos a un futuro en el que los visores de Realidad Virtual y los de Realidad Aumentada convergirán en dispositivos «todo en uno» de Realidad Mixta que gobernarán nuestras vidas, al menos dentro del hogar.
En paralelo, más para el consumo en exteriores (o en oficina), empiezan a aparecer las primeras Gafas asequibles de Realidad Aumentada en lo que podría ser denominada como su segunda Era después del «flop» de las Google Glass, con marcas como nReal.
Pero lo que está claro es que solo podrán triunfar si consiguen tres cosas: pasar desapercibidas (salvo que la moda Cyberpunk gane más fuerza), ser más baratas y desarrollar funcionalidades útiles, entretenidas o muy posturetas para la población general.

Lo cierto es que, aunque todavía quede tiempo para que todo esto sea una realidad, ya no es muy descabelleado pensar en en un horizonte 2025 para que la Realidad Extendida esté integrada en nuestro día a día en todas sus facetas, lo cual es una grandísima noticia para quienes no nos queremos perder este boom futurista 🔥